15.5.12

SOBRE LA MUERTE DE CARLOS FUENTES

Sorpresa para todos, la muerte de Carlos Fuentes es una pérdida enorme. Nacido en Panamá de padres mexicanos que, por ser diplomáticos, residían en el Istmo, fue uno de los intelectuales más importantes del México de hoy. Crítico, ético, siempre comprometido, fue quizás el más destacado de los escritores aún con vida de dicho país y fue un notable miembro del llamado boom latinoamericano de escritores que en la década de los sesenta se tomaron el mundo literario.

Hace una semana lo veía en YouTube hablando sobre el bajo nivel intelectual de los políticos mexicanos en pugna por la presidencia, enfermedad crónica de nuestras democracias latinoamericanas. Ayer leía en El País de España una entrevista que le hicieran en la Feria del Libro de Buenos Aires y en la que hablaba de su recién terminada novela Federico en su balcón, además de nuevos proyectos literarios. Un escritor muy productivo, hasta ayer en plena actividad creativa, lo que menos hubiera pensado es que hoy tendríamos la trágica noticia de su muerte.

Un escritor completo: autor de novelas esenciales para comprender el México del siglo XX; excelente cuentista y ensayista literario; escribió obras para teatro, para cine e, incluso, la ópera. Carlos Fuentes fue un trabajador incansable con una copiosa e importante producción literaria que le fue reconocida en vida con los premios más prestigiosos, siendo el Nobel el único importante que no recibió, pero del que fue candidato constante. Carlos Fuentes fue un autor fundamental en mis años de formación literaria, una referencia constante y un profesional de la pluma ejemplar. Su muerte repentina me causa un hondo pesar.

JLRP, 15 de mayo de 2012